En la población Cántabra de Silió, perteneciente al municipio de Molledo, se celebra el primer domingo del año «la Vijanera».
Mascarada de invierno, considerada el primer Carnaval del año que se celebra en Europa desde la época romana y cuyo objetivo entonces era ahuyentar a los malos espíritus. Curioso ritual relacionado con la vida y la muerte, en el que se puede ver numerosas máscaras con gran fuerza estética y colorido.
La madama, el mancebo, los trapajones, el oso y su dueño, el pasiego, la Pepa o Pepona, el médico, el caballero, el viejo y la vieja, el domador son algunos de los personajes que participan en este carnaval, todos ellos vestidos de forma vistosa y con una función y simbolismo propio.
Pero los verdaderos protagonistas de la fiesta son los Zarramacos, vestidos con pieles de carnero y sombreros picudos, son los encargados de expulsar a dichos espíritus del pueblo.
Sobre las 12 del mediodía la comitiva, colorida y ruidosa sale a recorrer las calles de Silió hasta el límite del pueblo donde antiguamente se pedía paz o guerra. Posteriormente se reúnen en la plaza del pueblo y se leen las coplas que analizan lo sucedido en el pasado año desde nivel local a internacional.
La fiesta termina con «La Preñá», que simboliza el nacimiento del nuevo año y la «Muerte del Oso» para indicar la victoria del bien sobre el mal y el deseo de buenos propósitos para el nuevo año.